Con este artículo la AEBW va a empezar publicar una serie de contenidos sobre nuestra raza, su higiene, salud, patologías, educación,... Estos articulos fuerón publicados por la revista El Mundo de El Perro en su especial de 2012 sobre el Braco de Weimar.
HIGIENE Y CUIDADOS HABITUALES por Vanesa Cadenas Valdivielso, veterinaria colegiada en Tarragona.
Como cualquier otra raza el Braco de Weimar requiere unos cuidados higiénicos básicos para minimizar el riesgo de posibles enfermedades y mejorar su calidad de vida. En este punto simplemente resumiremos los aspectos fundamentales ya que deberá consultarse siempre al veterinario sobre las pautas a seguir y cuál es el mejor protocolo en cada caso.
Desparasitación interna
Es muy importante iniciar un programa de desparasitación interna en el cachorro que deberá continuarse durante toda la vida del animal. Algunos de los parásitos pueden infestar a las personas, especialmente a los niños. Los parásitos intestinales más frecuentes son tenias, ascárides, giardias y coccidios.
Dependiendo de cada caso el veterinario puede recomendar distintas pautas y/o medicamentos a utilizar. No existen productos preventivos, por lo que se deben administrar antiparasitarios regularmente para que el animal elimine los posibles parásitos vía fecal. Si no se destruyen o eliminan acabarán debilitando al animal hospedador y causándole problemas en distintos órganos.
Debido a los hábitos del Braco de Weimar, es decir ya que es un perro que suele llevarse al campo para cazar con otros perros, puede entrar en contacto con las heces de animales parasitados o pueden ingerir ratas o ratones infestados o incluso beber agua contaminada. En las exposiciones caninas también existe riesgo de parasitación debido a que entran en contacto con gran cantidad de animales. Por estos motivos debería desparasitarse frecuentemente al Weimaraner, como mínimo cada 3 meses.
Desparasitación externa
Ante los ectoparásitos (aquellos que viven en el exterior del huésped) como las garrapatas y pulgas, la mejor forma de actuación es la prevención. Es importante destacar que estos parásitos, además de ser hematófagos y alimentarse de sangre, que en caso de infestaciones masivas pueden provocar anemias graves, pueden transmitir enfermedades. Algunos ejemplos de enfermedades transmitidas por pulgas o garrapatas son: ehrlichiosis, borreliosis, babesiosis, rickettsiosis, hemoplasmosis, dipilidiosis, etc, todas ellas con posibles consecuencias graves para el animal.
En el mercado existen multitud de productos con función repelente o pulguicida/garrapaticida en distintos formatos y presentaciones: espráis, pipetas, collares,… tanto para aplicación directa sobre el animal como para eliminar los parásitos del ambiente. Para saber cuál se adapta mejor a cada situación hay que asesorarse siempre en una clínica veterinaria.
Además de los productos preventivos es importante revisar a nuestras mascotas después de los paseos incidiendo en aquellas zonas de difícil acceso, que en muchas ocasiones nos pasan desapercibidas y que pueden ser el alojamiento de garrapatas como las zonas interdigitales o los pabellones auriculares.
En el caso del Weimaraner, por un lado, al ser un animal muy ligado al campo y que suele frecuentar zonas de vegetación y coincidir con otros perros en cacerías y pruebas de trabajo, es susceptible de ser parasitado por este tipo de organismos, por lo que se recomienda protegerlos a lo largo de todo el año. Por otro lado, aquellos animales que frecuentan las exposiciones caninas también pueden ser parasitados con facilidad debido a la gran cantidad de animales que se concentran.
Pauta vacunal
Se debe visitar al veterinario para que inicie un programa de vacunación adecuado una vez desparasitado el cachorro. Habitualmente la primera vacuna se administra sobre las 5-6 semanas de edad y una vez terminada la primovacunación (que suele constar de 3 vacunas) se aplica el recuerdo anualmente. Las vacunas usuales inmunizan frente a varios virus (moquillo, hepatitis, parvovirosis y parainfluenza) aunque existen otras vacunas en caso necesario para situaciones en que el animal esté bajo riesgo.
Conviene saber que la vacunación frente al virus de la rabia es obligatoria en algunas Comunidades Autónomas y existe una política muy estricta en otros países respecto a la entrada de animales no vacunados de rabia, con lo cual es importante informarse bien antes de viajar con su mascota de los requerimientos vacunales que existen en su lugar de destino, especialmente en caso de presentarse a exposiciones caninas para evitar disgustos de última hora, ya que no dejarán participar a un animal que no siga el protocolo vacunal establecido en ese país. En España, por costumbre se vacuna de rabia a partir de los 6 meses de edad y se revacuna anualmente.
Actualmente se dispone en España de la tan esperada vacuna contra la Leishmaniosis canina que puede administrarse en cachorros a partir de 6 meses de edad (para más información ver apartado de patologías).
Únicamente los veterinarios colegiados están habilitados para la vacunación de sus mascotas y son ellos los que rellenarán la documentación de su perro registrando el tipo de vacuna, la marca del fabricante, el lote y la fecha de administración por un lado, y los datos y número de colegiación del veterinario por otro.
Limpieza auditiva y ocular
En el Weimaraner, el hecho de tener el pabellón auricular caído dificulta la ventilación de éste lo cual puede favorecer las infecciones. Por este motivo es importante prestar atención a este punto y deben mantenerse limpios y sin exceso de pelo las orejas y los conductos auditivos. Existen en el mercado distintos productos para la limpieza habitual del oído que pueden usarse frecuentemente como prevención de posibles otitis. Nunca deben utilizarse bastoncillos de algodón ni hurgar en el interior del oído ya que podría lesionarse accidentalmente el tímpano o el conducto.
Si el perro sacude frecuentemente la cabeza, se rasca las orejas o sus oídos presentan un olor inusual rancio acompañado de abundante cerumen, podría ser indicativo de infestación por parásitos (ácaros) o de infección bacteriana o por levaduras y un veterinario debería examinarlo para establecer el tratamiento más adecuado.
La limpieza ocular debe realizarse diariamente. Las legañas o manchas producidas por las lágrimas pueden limpiarse con una gasa y suero fisiológico o con productos limpiadores que se venden para este fin.
Cepillado y Baño
A pesar de tener el pelo corto, es conveniente cepillar al Braco de Weimar de manera habitual para mantenerlo libre de pelo muerto y suciedad. De esta manera evitaremos la pérdida de color y brillo de su pelaje. Se recomienda cepillarlos 2-3 veces a la semana. Hay que tener en cuenta que durante la época de muda el pelo corto puede ser más difícil de eliminar de la ropa, sofá, alfombra,… que el pelo largo debido a que este tipo de pelo es rígido y fuerte y tiende a clavarse. Durante este período la frecuencia del cepillado debe aumentar y realizarse diariamente.
En el mercado existe a nuestra disposición una amplia gama de cepillos, guantes, manoplas de plástico, etc… que nos ayudarán a retirar el pelo muerto y a abrillantar el manto de nuestro perro. Para saber cuál de estos utensilios puede ser más útil en nuestro caso, siempre es aconsejable consultar con un profesional de peluquería canina. Además, para facilitar y mejorar el efecto del cepillado existen distintos productos con efecto acondicionador y abrillantador para este tipo de mantos.
Los baños regulares son esenciales para mantener una piel sana y un pelaje sano y brillante. Es importante acostumbrar al perro cuando es un cachorro para que de adulto le resulte algo natural e incluso agradable. Se deben utilizar champús para perros y no de personas que pueden dañar la piel de su mascota. Una frecuencia habitualmente establecida es bañar al perro 1 vez al mes, pero si se utiliza un champú de uso frecuente y de calidad los baños pueden ser incluso semanales o cuando sea necesario, por ejemplo cada vez que el animal se presente a una exposición canina, aunque si el perro presenta problemas cutáneos debería utilizar un champú especial terapéutico y seguir las instrucciones del veterinario en cuanto al tipo de champú, la frecuencia del baño y la pauta de baño y secado.
Corte de uñas
Un perro que pasa mucho tiempo en el exterior habitualmente desgasta las uñas de manera natural y no necesita que se le corten. En el caso de que no las desgaste suficientemente se le deberán cortar porque una uña larga tiene más probabilidad de romperse y sangrar o de hacer que el animal pise mal y se le abran los pies. Además si las lleva cortas evitaran que arañe y dañe a alguien.
La técnica es sencilla pero puede producir sangrados con facilidad y resultar doloroso para el perro si se corta accidentalmente la carne viva, ya que por el centro de la uña pasa un vaso sanguíneo y terminaciones nerviosas. En el caso de las uñas de color claro es fácil identificar esta zona para evitar cortarla. En el caso de las uñas oscuras, la visualización de la carne viva se complica. Se debe utilizar un cortaúñas especial para perros o también se pueden limar para mantenerlas cortas. Si el propietario no se atreve a realizar este procedimiento no debe preocuparse porque en cualquier peluquería canina o centro veterinario podrán ayudarle.
Limpieza dental
La acumulación de placa dental y de sarro sobre los dientes daña las encías y permite que las bacterias entren en la circulación sanguínea del perro causando daños importantes en sus órganos vitales. La limpieza dental regular consigue unos dientes sanos, un buen aliento y una vida más larga del animal.
Se debe empezar con los cuidados dentales a partir de los 6 meses de edad, una vez que el perro ha cambiado la dentadura de cachorro por los dientes definitivos. La rutina debe incluir cepillados diarios o semanales y el suministro de productos que sean buenos para la dentadura (huesos de nylon, snacks,…). Algunas marcas comerciales de pienso diseñan el pienso con una estructura específica que ayuda a la eliminación de la placa.
Alimentación
Actualmente en el mercado existe una gama muy amplia de alimentos para perros de sabores y texturas distintas, de muy diversa composición y de distintas calidades de la materia primera. Si el producto utilizado presenta una composición equilibrada no serán necesarios suplementos de vitaminas o minerales.
A la hora de alimentar a su perro es importante proporcionarle los nutrientes que necesita en función de la etapa de desarrollo o estado fisiológico en la que se encuentra, así serán distintas las necesidades energéticas que pueda tener un cachorro en pleno desarrollo óseo y articular que un perro anciano con problemas cardíacos o renales o una hembra gestante o en fase de lactación.
La única manera de asegurarnos de que el animal está recibiendo una alimentación equilibrada es suministrarle pienso comercial de gama alta. Estos alimentos están muy estudiados y adaptados a las distintas necesidades del animal en las distintas fases y situaciones de su vida. Es totalmente contraproducente y desaconsejado alimentar al perro con las “sobras de casa” y mucho menos darle huesos. Este tipo de alimentos les puede causar alteraciones gastrointestinales (vómitos y diarreas), provoca la acumulación de sarro en los dientes, déficit de nutrientes, consumo excesivo de grasas y, en el caso de los huesos, pueden astillarse fácilmente causando graves lesiones internas y acabando en muchas ocasiones en quirófano.
En función de la actividad física que realice el Weimaraner tendrá requerimientos dietéticos con una relación proteína-lípidos determinada. Por lo tanto, antes de decantarse por una marca u otra de alimento, deben analizarse diversos factores y es importante dejarse aconsejar por un profesional veterinario o adiestrador.
El animal debe tener acceso permanente a agua limpia y fresca para asegurar una correcta hidratación y funcionamiento metabólico.
Identificación
Lamentablemente hoy en día sigue habiendo familias que no identifican a sus mascotas, lo cual hace muy difícil su recuperación en caso de pérdida o robo. Hay que saber que además de ser muy útil, es un derecho del animal y obligatorio por ley, con lo cual el hecho de no tener al animal correctamente identificado y censado en el ayuntamiento correspondiente es motivo de sanción por no cumplir la normativa vigente.
El procedimiento es muy sencillo, consiste en colocar un microchip intradérmico al animal con una numeración que relaciona los datos del propietario con los de la mascota. La identificación se realiza por veterinarios colegiados y posteriormente se registra la información en una base de datos gestionada por los Colegios Veterinarios. Después debe llevarse la documentación al ayuntamiento del municipio de residencia donde se procederá al censado municipal de su mascota. Se recomienda identificar a los animales lo antes posible y habitualmente se coloca el microchip durante la primovacunación, cuando el cachorro aún no sale a pasear a la calle.
Las placas de identificación unidas al collar también pueden ayudar a recuperar a una mascota perdida ya que será más fácil que alguien se acerque a un perro identificado porque le indicará que tiene propietario y que no se trata de un animal vagabundo.